Con los souvenirs colocados en el lugar correspondiente en casa, es hora de hacer balance del viaje. Sin duda alguna ha sido uno de los mejores viajes que hemos hecho nunca, Perú ofrece todo lo que desees: naturaleza, aventura, ruinas... Además la gente es amable y se nota que todavía el turismo en masa no ha llegado al país. Es fácil encontrar buenos hoteles y restaurantes a precios baratísimos en comparación a España y organizar el viaje es muy sencillo (compartir el mismo idioma es una gran ventaja).
Entiendo que haya gente que vaya a Perú y no visite Machu Picchu porque la verdad resulta bastante cara hacer la visita. Sin embargo no comparto esa postura. Para mí, Machu Picchu ha sido lo más escepcional del viaje, la guinda del pastel. Es de esos lugares que te marcan, cuando estás allí las sensaciones son irrepetibles, de esas que rara vez experimentas. Sólo es comparable a otras maravillas como Petra, Abu Simbel o el Taj Mahal, y aunque son todas muy diferentes, para mí el Machu Picchu es especial, inmejorable.
Pero el Perú es mucho más que Machu Picchu, nuestra estancia en el desierto o en los Andes nos dejan recuerdos maravillosos. Nadie debe perderse el Cañon del Colca, las Lineas de Nazca, el Oasis de Huacachina y por supuesto el Valle Sagrado. Pero además de todo esto hay otras cosas que hacen que el destino sea maravilloso. El trato de la gente, la cómida... su cultura en general, no hay muchos sitios que todavían sean "auténticos". Cierto es que no todo es perfecto y hay que ser precavidos (sobretodo en algunos lugares de Lima) pero no hay que olvidar que se trata de un país que está desarrollándose.
No sé si volveremos a Perú algun día (el norte tiene mucho que ofrecer) pero no me importaría. Sin duda es un destino que todo viajero debería tener en mente.
Jose
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